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miércoles, 19 de diciembre de 2007

Mi cuento de Navidad


Desde aquel incidente hace muchas navidades, no he podido ingerir la típica carne de cerdo asada muy común en esta época. No soy defensora romántica de los animales, pero confieso que oír a aquel cerdo gritar mientras era sacrificado con agua caliente fue una señal bastante clara de que no podría comerle después. Puedo hacer el sacrificio con el lomo relleno y las chuletas, pero nunca asado, tal cual se iba a preparar a aquella victima con sonidos de infante desesperado ante su verdugo; puedo decir que ese incidente me impacto tanto que hasta percibir el olor me molesta y ver a una persona comiendo mencionado “manjar” me da escalofríos.
Algo similar me paso con aquel amor en mi vida. Ver como me sacrificaba silente y pacientemente con aquella verdad a medias provoco que matara todas mis ganas de quererle. Y desde aquel dia en que lo vi echarle agua caliente a nuestra relacion, provocando esto que se me despellajara el alma, no pude volver a verle con los mismos ojos. Puedo tranquilamente admirarle como persona, amigo, emprendedor…pero nunca mas como pareja. Igual que el cerdo asado que no he podido comer jamas.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Elucubraciones (vanas??)


Ese dia cometi la osadia de salir a la calle a pleno mediodia sin mis lentes de sol. Matando el usual pensamiento de que las gafas oscuras otorgan un aire de sobriedad y misterio, descubri su verdadero uso y, al mismo tiempo, una nueva leccion de vida: por mas que queramos, nunca podremos ver el sol de frente.
Lejos de ser partidaria de abandonar los problemas a la suerte, creo que siempre podemos optar por la solucion inteligente de tratar de darles la espalda un tiempo, cual figura en un dia soleado, creando asi una sombra. Claro, esto hasta el momento en que estemos dispuestos a ponernos unas gafas cuya funcion principal sea la de evitar que el sol nos queme la retina cuando le desafiemos. Se que muchos me podran tildar de cobarde, pero he aprendido que hasta para ser valiente hay que darse tiempo y disfrutar -esquivando quizas- lo que entedemos sera un fracaso inminente.
Pude visualizar que las elucubraciones que no llegan a una conclusion especifica no son en vano, sino que son un camino seguro de buscar esa sombra que necesitamos cuando hemos entendido que ver el sol de frente podria causar daños irreparables. Tambien pude comprender que, mientras damos la espalda a una situacion le estamos dando el frente a nuevas oportunidades.

-Inspirado en aquella persona que me pregunto qué pasaba cuando se elucubraba sin llegar a conclusion alguna-

martes, 4 de diciembre de 2007

Aquellos zapatos rojos


Mi debilidad confesada son los zapatos. Aunque mi closet esta lleno de cajas con zapatos de todas las formas y colores nunca puedo evitar la felicidad que me llena cuando salgo de una zapatería con paquete en mano. Lo declaro inevitable.
Cuando vi aquel par de zapatos rojos de charol mis ojos no se vieron más enamorados: tengo que tenerlos, me dije; asi que me dirigí a buscar el que calzara en mis pies talla 8 ½. Tenían todas las tallas menos esa, hubiese podido intentar con un 9, pero tampoco tuve suerte, y aunque la tienda estaba llena de zapatos, yo quería ese cual niña caprichosa. Y luego de una búsqueda exhaustiva encontré un número 8, y me convencí a mi misma más de mil de veces: mis pies son finos, bien podrían quedarles este numero, o quizás toda la vida he calzado la talla equivocada….y los compre.
Tuve que pasarme todo un fin de semana con unas medias gruesas y mis zapatos nuevos, para que estos se ancharan un poco. Mis pies empezaron a doler, mis dedos estaban apretados y un visible y horrible juanete quería asomarse…pero tenia mis zapatos deseados; no puedo omitir el dolor de cabeza que pase...todo para domarlos. Mis pies afectados quisieron maldecirlos pero pronto caí en cuenta: los zapatos no tenían nada de malo, ni mis pies tampoco…es que solo eran la talla equivocada, no era necesario buscar defectos porque no los había… Aunque me convencí forzadamente de que podría funcionar, no fue asi, nada sirvió.
Y sin querer, había empezado a aprender una de las mas importantes lecciones de vida, en un momento en que me encontraba buscando las posibles fallas que me habían impedido ser feliz con aquella persona. Ninguno de los vinimos con defectos…es quizás que solo me encontraba con el problema de la talla equivocada…
-Inspirado en aquel amor que se atrevio a ponerme los zapatos y adivinar mi talla-

lunes, 12 de noviembre de 2007

AMNESIA SELECTIVA


“Tu dices que no, pero tu tienes vena de política...” me comento un amigo el otro día mientras nos poníamos al tanto de nuestras vidas en un almuerzo casual.
“No lo creo…” le contesto, aunque la verdad en este país todo el mundo se cree en la capacidad de poder andando opinando, hasta aquellos que creen que ser izquierdistas es sinónimo de ser zurdo, ser revolucionario es decir que no a todo y considerarse liberal es hacer lo que se le pegue en gana. En realidad prefiero que me tilden de diplomática, aquel arte de quedar bien ante todos sin importar que pase por debajo de la mesa, pero el caso es otro.
Desde que tengo uso de razón he oído una frase que es repetida por muchos preocupados por el bienestar de nuestra nación: “Quien no recuerda su historia, esta condenado a repetir su pasado”, palabras mas, palabras menos, pero esa es la idea. Y haciendo culto a ese pensar, se baso aquel anuncio de prensa en que un partido acusaba a su opositor de no haber recordado muchas cosas del pasado y terminando hundiendo el país. Mala actitud, según mi percepción.
Yo propongo una actitud diferente, un giro de 180 grados que nos puede cambiar el mundo. Propongo que tengamos una Amnesia Selectiva. Cada día me convenzo más de que en determinados momentos, para llegar a quienes queremos ser –si pensamos en grande- es necesario olvidar quienes fuimos. No me refiero a negar tajantemente de donde venimos o quienes fuimos, me refiero a no utilizarlo de excusa tratando de sustentar por que no hemos cumplido nuestras metas. Nunca veremos un diamante con una etiqueta que diga que fue grafito, aunque no sea un secreto y entendamos que debido a ese mismo proceso de transformación es que su valor aumenta.
Mientras unos se excusan viendo hacia atrás, otros tienen una vision sin ataduras al pasado que los frene. A eso me refiero con la Amnesia Selectiva. Simple. Cortante. Real. Politicamente muy diplomatica. Una filosofia muy parecida a mí.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Infidelidad Confesada
















Sentada en este cafe en pleno corazon de Tribeca, me atrevi a confesar lo inconfesable: soy infiel.


No recuerdo siquiera cuando empezo todo, solo se que fue amor a primera vista. Empezamos a vernos ocasionalmente, cada vez que yo podia escaparme y me ha llenado de felicidad cada segundo que lo he hecho; nunca le he prometido un amor estable y silentemente siempre me ha recibido con los brazos abiertos.


NYC es mi ciudad amante, aquella que, por cierta razon inexplicable, reune todas las condiciones que necesito, pero por la que nunca me he decidido a cambiar mi estado de comodidad y seguridad de mi ciudad estable. Caminar por sus calles me reconforta, ver su gente, oir idiomas tan diferentes en el subway me da felicidad. No se si es un error comparar mezquinamente a mis dos amores...ni siquiera me pondre a pensar si es correcto...pero la verdad es que mi amante me da tantas cosas mas, que podria terminar matando esas ganas de agradecimiento que le tengo a mi Santo Domingo.


Hoy cambio: el Body Shop por caminatas en Central Park, los carritos de chimis por los de pretzels, las pantallas de la 27 con Lincoln por las de Times Square, Apolo Taxi por los yellow cabs, Vetro's por Nobu, el pedir "derecho" por el metro, el verano doce meses por cuatro estaciones bien marcadas, el Yaque del Norte por el Hudson, las compras en Acropolis por Macy's...


Aunque este orgasmo no me hace olvidar que en casa me esperan, no dejo de enamorarme cada vez mas de esta sensacion inexplicable.


Recuerdo ahora cuando oi por primera vez a Leonel Fernandez pregonar que queria convertir a Santo Domingo en un Nueva York chiquito. Yo no necesito enamorarme de una version en miniatura, mejor me ahorro las molestias. No quiero cambiar mis orgamos de urbe por orgamos de verano, necesito sensaciones tan diferentes que desembocan en un fin comun.


Hoy no cambio a Juan Luis Guerra, el sancocho y las playas color turquesa. Necesito estos dos buenos amantes con personalidades tan diferentes y mejor que uno no se entere del otro, si ello sucediera, ambos querrian imitar las cosas que me enamoraron del otro y terminarian en versiones mal duplicadas. Yo no quiero que Santo Domingo sea un Nueva York chiquito. Yo quiero que sea un Santo Domingo grande. Simple.


En lo que eso ocurre, me mantengo caliente con mi Pumpkin Spice Coffee, sabiendo que mañaña, alegremente volvere a calentarme solo que esta vez con un cafecito de pilon.




miércoles, 19 de septiembre de 2007

EXTRAÑANDO



Dicen que extrañar es nuestra respuesta nostalgica ante una perdida -irreparable en muchos casos-
Pero haciendo un recuento no oficial luego de confesarme con mi vinito descorchado en casa, me di cuenta que extraño tantas cosas que yo aun no he perdido... pero que quizas se me hayan escapado..Extraño:

  • Las escapadas a la playa a las 7 am luego de una noche de fiesta
  • Las excusas inventadas para amanecer fuera de casa
  • La sangria blanca en Marocha
  • El ruido infernal de los motores en Jarabacoa
  • Acostarme en la panza de mami
  • Las sesiones maratonicas de tres horas de ejercicio en el Body Shop
  • El friito del primer beso
  • Los dias completos en la PUCMM
  • La musiquita de Praia
  • Recorrer 5th Avenue solo para ver las vitrinas
  • Bailar encima de aquel mueble rojo en Red Room
  • La Zona Colonial
  • Hablar por horas en el telefono
  • Los yaniqueques de Boca Chica
  • Los dias frios de diciembre en Jarabacoa
  • Mi uniforme del colegio
  • Los happy hour de Fridays
  • Los Wallabies de Outback
  • La terraza de Pepperoni
  • Los examenes finalesLeer tres libros paralelamente
  • Pelear con mi hermana por que me preste el carro
  • Poder acostarme a las 3 p.m.
  • La primera cita
  • Beberme 5 vodka tonics sin haber comido nada en el dia
  • Comerme un Yogen de ciruelas y cherries con galleta saladita
  • Los reclamos de papi por que no lo llame el domingo
  • Hablar sola

Estas cosas las extraño muchas veces....no se han ido, estan ahi..pero alejadas. Ironicamente esa nostalgia me pone alegre...he entendido que para saber ganar hay que aprender a perder...perder esas cositas de las cuales creiamos no nos podriamos desprender. Me esperanza el poder, en unos cuantos años, devolverme a mi misma todo ese tiempo y reecontrarme con todo lo que estaba guardado.

martes, 11 de septiembre de 2007

Me lo enseño una Coca Cola


Margaret –aquella amiga incondicional de infancia de mi hermana-, Victoria -mi hermana- y yo necesitábamos (empujadas por el hecho primario de no gastar dinero) tener un domingo de bajo perfil lejos de plazas caras y restaurantes esnobistas en la playa o la ciudad. Dándonos cuenta que mi nevera lucia tan desértica como me imagino aparenta una nevera en casa de una anoréxica, llegamos a la conclusión de pasar por Multicentro La Sirena a hacer las compras del súper y luego parar a comer algo asequible (la experiencia me ha enseñado, como buena mercadologa, a no mencionar la palabra barato)

Luego de recorrer los pasillos escogiendo nuestra comida para la semana, vino el dilema típico de tres amigas con hambre: Que vamos a comer?? En realidad la oferta no es muy amplia, mas teniendo en cuenta que no deseaba romper por séptimo día en esta semana la dieta: Pollo Victorina (ni lo pienses!), Pizzarelli (not in italian mood today..)…que tal si comemos un hot dog??. No les tengo que decir que la decisión fue unánime.
Sin pensarlo dos veces nos sentamos, hot dog en la mano derecha, cada una con una Coca Cola, compañera fiel de toda comida rápida (malditos yankees estos, todo lo que se inventan es bueno y hace daño).

El caso es, que mi historia no se basa en como tres chicas se comen un hot dog en medio de un murmullo y calor extremos sino de cómo nos hemos olvidado de compartir: cada una abre su botella 20 onzas para llenar el vaso propio, sin tener en cuenta quizás era preferible compartir una sola, porque de todas formas el resto se iba a perder.
Una vez terminado nuestro almuerzo, se acerca uno de esos niños, que viven de la horrible manía de pedir, poniendo cara de mártires que le rompe el corazón a cualquiera y nos dice: Denme esas sobras….como tengo el defecto/virtud de ser practica, procedí a llenar una sola botella con los restos de la otra, dándome cuenta de que el resultado era una botella llena hasta el cuello –literalmente- de la preciada bebida.

Extremista al fin –recuerden que soy Capricornio, veo el mundo de otro tamaño- me sentí tan culpable de actuar siempre de una manera automáticamente egoísta, de ser parte de una maldita cultura basada en el Yoismo, que ni siquiera me detuve a preguntar si preferían compartir una mísera Coca Cola, en vez de cada quien ensimismarse en la suya…

Estamos tan enfrascados es nuestra persona, que se nos ha olvidado de ofrecer cosas tan pequeñas pero tan significativas de ese amor que muchas veces imploramos pero no demostramos. No se trata de regalar en los días de cumpleaños, o traer obsequios luego de un viaje, comprometiendo quizás nuestro presupuesto y tiempo, ni siquiera es cuestión de abrazar, besar y repetir diez mil veces lo mucho que queremos a alguien…se trata de acciones del día a día, minuto a minuto, de pensar en conjunto antes de actuar individualmente. El día que llegue a poner en practica esta nueva teoría, podré decir que he avanzado un paso.